Estamos a poquito más de un mes de Enero, tiempo de vacaciones y desenchufe. Buscando alojamiento en mi adorado Punta del Diablo, estaba mirando el excelente Portal del Diablo y me encuentro en su blog una nota distinta, que da para pensar:
Desconéctate, del diablo!!!
Está llegando el tiempo de vacaciones. Y me permito decirles algo…
Vivimos en la época de la CONEXIÓN. Estamos siempre conectados a algo. Nos conectamos a Internet -hasta que se cae- y continuamos muchas veces por 24 horas los 365 días. Nos conectamos vía celular, también los 365 días. Estamos conectados a la TV, a los informativos, a los supermercados, a los viajes, a los que nos dice el gobierno y la oposición. Estamos conectados a la naturaleza y a los precios, los morrones, tomates y papas parecen estar ligados a él, con las lluvias o las secas. Estamos siempre conectados por lo que nos dicen o no (muchas veces me pregunto que es más peligroso, si la palabra o el silencio).
Estamos conectados con los demás, la familia los hijos, las suegras y suegros y los hijos de los hijos y todo lo demás. Se conectan las y los amantes, los amigos y enemigos, los que creen en Dios o en Alá”. Estamos conectados con el trabajo, el irpf y la selección Uruguaya y el mundial de Sudáfrica. También con la organización del mismo en el 2030 cuando se cumplen los 100 años del primer mundial.
Estamos conectados con las alarmas de las casas y las alarmas de los autos –por favor apaguen la de los autos cuando lleguen aquí- con alarmas en la oficina y solo falta las alarmas a las señoras y señores “traviesos” y lo estamos con el llanto del niño que duerme en el piso de arriba mientras abajo, está la fiesta.
Creo firmemente, que hoy en la época de la conexión, vivimos más desconectados que nunca.
Estamos conectados a un lugar que no nos llevará a ninguna parte, pero todos quieren ir. Por ignorar el lugar y su camino, es que se llenará de gente y por mucha, se perderá la conexión. Pero, la necesidad es continuar con ella…!!!
Ya es hora de la pregunta… ¡¿ donde voy?
La respuesta es simple, a ninguna parte, pero tu que vienes para aquí –y de esto te enteras porque estas con conexión - al parar en el kilómetro 298 de la ruta 9 para doblar y entrar a Punta del Diablo, atrévete, apaga todo y entrá desconectado…
…despacio, mira tu entorno, respira profundo y pensá que después de tanto soñar, finalmente, estas en el paraíso!!! En él, no se necesita conexión, aquí hay una propia, disfrútala!!
El consejo, seguro que vale la pena!
Ahora, esto hace pensar en el mundo en que vivimos y la vorágine de trabajo y... conexión en que vivimos. ¿Con Ceibal simplemente nos estamos adaptando a lo que la realidad nos impone o también estamos alentando una forma de vida alocada? No sé, quizás después de unas vacaciones pueda tener algún tipo de respuesta. :-)
P.D: Hoy estoy filosófico...